PROCESO DE CANONIZACIÓN ABIERTO
EN LA DIÓCESIS DE TERUEL-ALBARRACÍN

EL 15 de octubre de 1960, se inició el proceso en la diócesis.
Posteriormente se unieron la causa de varias diócesis y
en junio de 2002 se entregó la positio conjunta denominada
P. FORTUNATO VELASCO TOBAR
Y XIV COMPAÑEROS


En julio de 1936 formaban la comunidad de Alcorisa (Teruel) cinco sacerdotes y dos Hermanos coadjutores, de los cuales dos Padres y un Hermano fueron martirizados, a saber:


Había nacido el P. FORTUNATO VELASCO TOBAR en Tardajos (Burgos) el 1 de junio de 1906, Ingresó en la Congregación de la Misión el 18 de septiembre de 1923, emitiendo los votos propios del Instituto el 19 de septiembre de 1925. Como tantos otros mártires de la Congregación de la Misión, recibió las órdenes sagradas de manos de otro insigne mártir de la misma persecución religiosa: el Dr. D. Cruz Laplana y Laguna, Obispo de Cuenca. En su primera misa celebrada en la Basílica de la Milagrosa le asistieron sus tres hermanos carnales, los PP. Esteban, Luis y Maximino Velasco Tobar, C. M. Después de cursar estudios superiores en Londres estuvo destinado en el colegio apostólico de Teruel, capital, trasladado a Alcorisa (Teruel) en 1935. Del SdD se ha dicho que hasta en su porte exterior aparecía un reflejo de la felicidad que sentía en el corazón, así como el fervor de su caridad y la delicadeza de conciencia, porque vivía plenamente su vida de sacerdote y de misionero.


EL P. LEONCIO PÉREZ NEBREDA, había nacido el 18 de marzo de 1895 en Villarmentero (Burgos). Ingresó en la Congregación de la Misión el 29 de agosto de 1911, pronunció los votos propios del Instituto el 1 de enero de 1914 y fue ordenado sacerdote el 10 de agosto de 1921. Como el P. Velasco fue siempre profesor del colegio Apostólico de la Congregación, primero en Teruel y trasladado a Alcorisa en 1935. Tenía una inteligencia privilegiada y jamás hizo alarde de sus buenas cualidades humanas, al contrario, según la teología cristocéntrica del santo Fundador supo ver a Cristo en la persona de todos los hombres, dejando tras de sí una fama de sacerdote fervoroso y recto.


EL H. LUIS AGUIRRE BILBAO nació en Munguía (Vizcaya) el 19 de agosto de 1914. Quedó huérfano desde muy niño y pronto sintió la vocación religiosa. A los 17 años, dejó el taller de Guernica (Vizcaya) en donde trabajaba como mecánico para ingresar en el noviciado el 29 de junio de 1931, emitiendo los votos el 30 de junio de 1933. Fue destinado al colegio de Alcorisa. Tres años después merecería la gracia del martirio, juntando la fama de santidad con la fama de inocencia. Meses antes manifestó por carta su conformidad con la voluntad de Dios y la firmeza para demostrar su fe entregando la vida. Los últimos días el SdD y el Hno. Felipe Barbero, su compañero de comunidad, se leían mutuamente la recomendación del alma.
Fue el primero en entregar la vida por Cristo. El 29 de julio de 1936, a las 7 de la tarde, se reunió la comunidad en el coro para prepararse a morir. El P. Emilio Conde confeso a los tres SdD. Salieron todos buscando refugio menos el P. Fortunato que era el ecónomo y el H. Luis, que permanecieron en la residencia pensando que podían hacer algo por el bien espiritual del pueblo. El mismo día asaltaron la casa los marxistas, y ellos la entregaron sin violencia. Se llevaron presos a los dos, los separaron y en la misma puerta comenzó el martirio del H. Aguirre que murió, de rodillas, gritando "Viva Cristo Rey". Iba a cumplir 22 años.
Mientras tanto el P. Fortunato fue llevado a la cárcel con otros dos sacerdotes y otros vecinos destacados por su religiosidad. Aquella primera noche de cautiverio se confesaron casi todos los presos y se prepararon para la muerte inminente. Les dejaron libres, pasando el SdD a vivir a casa del coadjutor y allí le prendieron de nuevo el 22 de agosto para ser fusilado en la madrugada del día 24 de agosto de 1936. Murió perdonando a los verdugos.
El P. Leoncio había salido hacia Zaragoza buscando refugio. Pasó varios días caminando de pueblo en pueblo, disfrazado. En un pueblo incluso pudo oír misa y volver a recibir la absolución sacramental, en otros vio la iglesia quemada, en Oliete (Teruel) le reconocieron como fraile y un campesino, simulando ayudarle, le hizo montar en una caballería, le condujo hasta un barranco, a unos tres kilómetros de Oliete (Teruel) y allí le mató a golpes con un instrumento de labranza, arrojando su cuerpo por un precipicio y echando piedras encima. Era el 2 de agosto de 1936, al día siguiente el asesino comenzó a vanagloriarse contando públicamente el hecho brutal con todos los detalles. Se jactaba diciendo que había caído un pájaro gordo.


PROCESO DE CANONIZACIÓN ABIERTO
EN LA DIÓCESIS DE SEO DE URGEL (Lérida)

el 15 de noviembre de 1960, se inició el proceso en la diócesis.
Posteriormente se unieron la causa de varias diócesis y
en junio de 2002 se entregó la positio conjunta denominada
P. FORTUNATO VELASCO TOBAR
Y XIV COMPAÑEROS.



P. ANTONIO CARMANIU MERCADER nació el en Rialp (Lérida) el 17 de abril de 1860. El año 1972 ingreso en el seminario diocesano de Seo de Urgel (Lérida) donde estudió la carrera eclesiástica hasta el 22 de febrero de 1879 en que pasó al Noviciado de la Congregación de la Misión, haciendo los votos del Instituto el 23 de febrero de 1881. Ordenado sacerdote en 1881 fue destinado a Palma de Mallorca llegando a ser un gran predicador en las misiones populares. Tuvo diversos destinos en Figueras (Gerona), Bellpuig (Lérida) y Barcelona y Rialp, su pueblo natal. Establecida la Provincia canónica en Barcelona el SdD quedó incorporado a la misma. En 1936 formaba parte de la comunidad de la Casa Provincial de Barcelona C/ Provenza 212. Como toda la comunidad tuvo que salir oculto el 19 de julio de 1936 refugiándose en varias casas de conocidos. Creyéndose más seguro en su pueblo, pasó a Rialp con permiso del Superior P. Ramis. Allí también fue perseguido por lo que se puso en camino para Francia, pensando encontrar refugio en alguna casa de la Congregación, pero fue descubierto y después de un tiempo en la cárcel fue martirizado por su condición de sacerdote y misionero el 17 de agosto de 1937, en el término municipal de Llavorsí, diócesis de Urgel, mientras gritaba: ¡Viva Cristo Rey! Su cadáver había recibido 16 impactos de bala y fue arrojado en unos pedregales junto al río Noguera Pallaresa que arrastró sus restos mortales en la avenida del año 1937.


PROCESO DE CANONIZACIÓN ABIERTO
EN LA DIÓCESIS DE SIGÜENZA (Guadalajara)

EL 12 de octubre de 1960, se inició el proceso en la diócesis.
Posteriormente se unieron la causa de varias diócesis y
en junio de 2002 se entregó la positio conjunta denominada
P. FORTUNATO VELASCO TOBAR
Y XIV COMPAÑEROS.

La comunidad de Guadalajara la formaban seis sacerdotes y dos Hermanos Coadjutores. En la primavera de 1936, trasladaron a Murguía (Álava) a los aspirantes con parte de los profesores, para ponerlos a salvo, quedando en la Casa únicamente los PP. Ireneo Rodríguez González, Gregorio Cermeño Barceló, Vicente Vilumbrales Fuente y el Hno. Narciso Pascual Pascual. Los cuatro fueron martirizados el 6 de diciembre de 1936.


EL P. IRENEO RODRÍGUEZ GONZÁLEZ nació en Los Balbases (Burgos) el 10 de febrero de 1879, el 2 de junio de 1895 fue admitido en la Congregación de la Misión, emitiendo los votos propios del Instituto el 3 de junio de 1897. Fue ordenado sacerdote el 1 de noviembre de 1903 e inmediatamente destinado a Filipinas donde ejercerá sus ministerios sacerdotales y misioneros hasta 1923. De 1923 a1927 tuvo su destino en la Casa Provincial de Madrid y de 1927 a 1931 en Cuba. en diciembre de 1931 es destinado al Colegio apostólico de Sigüenza (Guadalajara) donde encontrará el martirio. Era el
Lo más saliente de su persona era su espíritu de fe y una simpatía bien orientada en sus ministerios. Amable y condescendiente con todos, su conversación era siempre amena y agradable. Bondadoso de carácter, jamás se notó en él resentimiento alguno, sino deseo de servir, por eso se hacía querer.


EL P. GREGORIO CERMEÑO BARCELÓ nació en Zaragoza el 9 de mayo de 1974, ingresó en la Congregación de la Misión el 27 de abril de 1892 y emitió los votos el 28 de abril de 1894. Ordenado sacerdote el 8 de septiembre de 1899 pasó dos años de profesor en el seminario de Porto-Alegre en Brasil y tuvo diversos destinos en España, siendo el último el Colegio Apostólico de Guadalajara, el 1929.


EL P. VICENTE VILUMBRALES FUENTE nació en Reinoso de Bureba (Burgos) el 5 de abril de 1909, ingreso en la Congregación el 14 de septiembre de 1926, emitió los votos el 27 de septiembre de 1928 y fue ordenado sacerdote el 9 de septiembre de 1934. Después de un tiempo completando los estudios en Londres y un corto destino en la Casa Provincial de Madrid, fue enviado con carácter provisional al Colegio Apostólico de Guadalajara en febrero de 1936. Allí le alcanzó la muerte gloriosa con sus compañeros de comunidad.


EL H. NARCISO PASCUAL PASCUAL nació en Sarreaus (Orense) el 11 de agosto de 1917, ingresó en la Congregación el 26 de noviembre de 1933 y emitió los votos propios del Instituto, como Hermano Coadjutor, el 27 de noviembre de 1935 destinado ya en el Seminario de San Pablo de Cuenca. La persecución religiosa se manifestó con crudeza en Cuenca el 1 de mayo de 1936. Expulsada de Cuenca la Comunidad de PP. Paúles por orden gubernativa y con grandes amenazas, el Hno. Pascual se refugió en el Palacio Episcopal por poco tiempo, volvió a la Casa Central de Madrid y fue enviado por los superiores al Colegio Apostólico entonces establecido en Guadalajara donde murió a manos de los enemigos de la fe, junto con sus tres compañeros de Comunidad, a la edad de 19 años.
Desde el refugio del Palacio Episcopal de Cuenca escribe a sus padres una carta larga y profunda en la que entre otras expresiones les dice: "Yo no tengo miedo a nada de eso que se dice. Estoy dispuesto a todo, porque si morimos, morimos por la fe de Cristo y confesando a Cristo, y por nuestra amada Patria, en defensa de su santo ideal, y así nos salvaremos. Lo que les pido es que no se preocupen por nosotros, y que no tengan pena".

El domingo 26 de julio de 1936 los PP. Ireneo Rodríguez González, Gregorio Cermeño Barceló, Vicente Vilumbrales fuente y el H. Narciso Pascual Pascual, fueron encarcelados en la Prisión Central de Guadalajara. Allí llevaron una vida ejemplar en medio de las mayores penurias y vejaciones, junto a otros sacerdotes y religiosos, completamente aislados del resto de presos. Los mataron a todos en la misma cárcel, de la forma más cruel en la noche del 6 al 7 de diciembre de 1936.

 

 

PROCESO DE CANONIZACIÓN ABIERTO
EN LA DIÓCESIS OVIEDO

El 1 de diciembre de 1960, se inició el proceso en la diócesis.
Posteriormente se unieron la causa de varias diócesis y en junio de 2002 se entregó la positio conjunta denominada
P. FORTUNATO VELASCO TOBAR
Y XIV COMPAÑEROS

Como en otros muchas diócesis, en Oviedo, el Sr. Obispo había encargado a la Congregación de la Misión, el régimen interno y la dirección espiritual del Seminario Conciliar. Para ello se constituyó a principio del Siglo XX una comunidad estable que en 1934 la constituían cinco sacerdotes y un Hno. coadjutor. Todos fueron hechos prisioneros en la persecución religiosa que en Asturias tuvo un momento álgido en octubre de 1934 y allí dieron su vida por la fe, los PP. TOMÁS PALLARÉS IBÁÑEZ Y VICENTE PASTOR VICENTE y el H. SALUSTIANO GONZÁLEZ CRESPO, además de dos profesores, sacerdotes seculares y seis seminaristas.

P. TOMÁS PALLARÉS IBÁÑEZ

Nació en Iglesuela del Cid (Teruel) el 6 de marzo de 1890, ingresó en la Congregación el 8 de septiembre de 1906, emitió los votos el 9 de septiembre de 1908 y fue ordenado sacerdote en Madrid el 29 de agosto de 1915. Ya en su primer destino, en Canarias, brilló por su talento, su lenguaje doctrinal preciso, su mucha mortificación y humildad. Destinado en la Casa Provincial de 1927 a 1930 vivió un tiempo importante de apostolado. Acababa de cumplir los 40 años cuando comenzó a ejercer sus ministerios en el Seminario Diocesano de Oviedo. Primero desempeñó el cargo de mayordomo o administrador del seminario y luego de director espiritual. En octubre de 1934 era Vice-Rector, considerado por los sacerdotes que allí se formaron como un verdadero padre.

H. SALUSTIANO GONZÁLEZ CRESPO

nació el 1 de mayo de 1871 en Tapia de la Ribera (León), ingresó en la Congregación el 28 de octubre de 1894, emitió los votos el 29 de octubre de 1896. De 1900 a 1928 estuvo destinado en Canarias. Después de un tiempo en la Casa-Teologado de Cuenca, en 1930 fue destinado al Seminario Diocesano de Oviedo desempeñando los oficios de cocinero y portero, modelo y ejemplo de vida sobrenatural, sencillez y abnegación para todos los seminaristas que lo conocieron.

P. VICENTE PASTOR VICENTE

nació en Caudé (Teruel) el 19 de julio de 1886, fue admitido en la Congregación el 7 de septiembre de 1902, emitiendo los votos el 8 de septiembre de 1909. Ordenado sacerdote el 10 de agosto de 1911 estuvo once años destinado en Filipinas como profesor de los distintos seminarios encomendados a la Congregación. De 1922 a 1934 tuvo diversos destinos en España, destacándose como celoso misionero en Teruel y Badajoz. No llevaba ni un mes en el Seminario de Oviedo, cuando encontró el martirio.

El 6 de octubre de 1934 los perseguidores de la Iglesia asaltaron el Seminario de Oviedo envolviéndolo en terrible tiroteo. Profesores y alumnos tuvieron que salir hacia las tres de la tarde. La mayor parte cayeron en poder de los revolucionarios que los llevaron a la cárcel. A seis seminaristas los mataron en la carretera de Sto. Domingo, uno de ellos tuvo tiempo de decir: "aunque me mates, mi alma resucitará".

Dos de los tres SdD mártires Paúles de 1934: el P. Tomás Pallarés y el H. González, fueron martirizados en un mismo acto el 13 de octubre en la voladura de la cárcel donde los habían recluido los marxistas, junto a muchos sacerdotes y religiosos de Oviedo, entre ellos los Carmelitas. La improvisada prisión era el edificio del Instituto de Enseñanza Media, antes Colegio de Jesuitas. Los marxistas decidieron acabar así con la vida de todos. El P. Pallarés apareció con el cuerpo atravesado por un poste del tranvía, pero había fallecido ya de un tiro certero en la nuca.

El P. Vicente Pastor había sido conducido en la madrugada del 7 de octubre al matadero de San Lázaro acusado de ser fraile y fue fusilado en el mismo matadero al día siguiente, lunes 8 de octubre de 1934. Uno de los del piquete declaró ante el juez que no conocía su nombre, simplemente pidieron voluntarios para fusilar al fraile y él se ofreció y aunque disponía de cuatro balas, no gastó más que dos, porque vio que el fraile ya estaba muerto. En el siguiente grupo martirizaron al Provisor y al Secretario de Cámara del Obispado de Oviedo y sus cadáveres, junto al del P. Pastor los llevaron al cementerio en un carro, ordenando al enterrador: "de estos que no quede nada", pero el enterrador tuvo buen cuidado de ponerlos en lugar de fácil identificación dentro de la fosa común y así se pudieron recuperar sus restos mortales y enterrarlos después con la dignidad debida y con fama de martirio.

Los otros cuatro Siervos de Dios de la diócesis de Oviedo fueron martirizados en 1936 y pertenecían a la comunidad de Gijón (Asturias). Estos son sus nombres: P. PELAYO-JOSÉ GRANADO PRIETO, P. ANDRÉS AVELINO GUTIÉRREZ MORAL, P. RICARDO ATANES CASTRO Y P. AMADO GARCÍA SÁNCHEZ.

P. PELAYO-JOSÉ GRANADO PRIETO

nació en Santa María de los Llanos (Cuenca) el 30 de julio de 1895, ingresó en la Congregación el 8 de septiembre de 1914, emitió los votos el 9 de septiembre de 1916 y fue ordenado sacerdote el 25 de mayo de 1923. Su principal ministerio fue la predicación en las misiones populares que en sus apuntes personales define como "una embajada que Dios envía a través de sus ministros, que somos los misioneros, para tratar del único negocio que es la salud de vuestra alma". Estuvo destinado en diversos puntos de Andalucía y en Badajoz hasta 1935 que es enviado a la Casa de Gijón (Asturias) donde encontrará el martirio el 27 de agosto de 1936.
El martirio del P. Granado está marcado por la obediencia. Por su natural miedoso, unido al recuerdo imborrable de la anterior revolución asturiana (1934) que le afectó mucho, el P. Granado repetía con frecuencia: "Tengo miedo a este Gijón", no obstante, no se opuso a la obediencia y aceptó el destino a Asturias. Uno de los ministerios importantes era la predicación, tanto en misiones populares como en fiestas litúrgicas extraordinarias. La comunidad se había comprometido con el Párroco de un pueblo cercano llamado La Corrada, a predicar el sermón de la fiesta de la Virgen del Carmen, que se celebraba el domingo siguiente al 14 de julio, es decir, el 19 de julio de 1936. A la vista de los acontecimientos de la víspera, el P. Pelayo no oculta su temor, pero consideran que deben cumplir con la feligresía de La Corrada, celebra el sermón y asiste a la procesión con gran público devoto, pero también con perseguidores de la iglesia que afirman: "Hay que buscar a ese, ese va a caer". Después de un tiempo refugiado con los sacerdotes de la zona, sin dejar de administrar los sacramentos a escondidas. Fue descubierto y, después de varios días de continuo sufrimiento físico y moral, lo mataron en el pueblo vecino, Soto del Barco, arrojando su cuerpo a pedazos al río Nalón.

P. ANDRÉS AVELINO GUTIÉRREZ MORAL

nació en Salazar de Amaya (Burgos) el 12 de noviembre de 1886, ingresó en la Congregación el 3 de julio de 1903, emitió los votos el 4 de julio de 1905 y fue ordenado sacerdote en Limpias en octubre de 1911. Tanto en Limpias como en Tardajos, en Orense y en Gijón, se destacó por su predicación celosa y ardiente en las misiones populares, su resistencia al cansancio y a las inclemencias del tiempo, la solidez de su doctrina y su enorme simpatía con chicos y mayores. En Gijón estuvo desde 1933, había vivido por tanto la persecución de 1934.
Al P. Avelino fueron a buscarlo a la propia residencia y él no ocultó su nombre ni su condición de sacerdote Paúl, sobre el 25 de julio de 1936. El 3 de agosto es llevado en un camión a un pueblo llamado Sariego, junto a Villaviciosa y allí le hacen subir entre las malezas, ya muy agotado hasta un monte, donde le dan varios tiros dejándolo medio muerto. Varios vecinos suben a comprobarlo. Expira sobre las 5 de la tarde después de una agonía espantosa. El Párroco del pueblo recogió en cuanto pudo los testimonios de los vecinos y así se ha podido documentar perfectamente estos hechos.

P. RICARDO ATANES CASTRO

nació en Cualedro (Orense) el 5 de mayo de 1875, ingresó en la Congregación el 11 de mayo de 1891, emitió los votos el 3 de agosto de 1893 y fue ordenado de sacerdote el 27 de mayo de 1899. Fue su primer destino Méjico, donde pasó 14 años simultaneando la docencia en el Seminario diocesano con la predicación del evangelio a los indios mayas. En 1914 es destinado a Estados Unidos, vuelve a España en 1924 destinado a Orense y en 1935 fue enviado a la residencia de Gijón (Asturias), donde encontrará el martirio del 14 de agosto de 1936. Se conserva una carta suya de joven a un formador del seminario, contándole su labor misionera entre las montañas de Méjico y le habla con alegría de la posibilidad de morir mártir. Parece ser que el formador les había explicado la relación del martirio con la actividad misionera y el discípulo le cuenta sus vivencias.
Al P. Atanes lo llevaron prisionero a una cárcel improvisada para religiosos en el Colegio de los Jesuitas de Gijón. Lo incluyeron en la matanza del 14 de agosto, junto a siete sacerdotes seculares, cuatro capuchinos, tres de ellos sacerdotes y tres Jesuitas. La saca se montó como un espectáculo de masas, conducidos en pleno día en un camión descubierto, despacio entre las calles de Gijón a los gritos de la multitud contra los sacerdotes y contra la Iglesia. Los mataron en el mismo cementerio.

P. AMADO GARCÍA SÁNCHEZ

nació en Moscardón (Teruel) el 29 de abril de 1903, ingresó en la Congregación el 10 de septiembre de 1917, emitió los votos el 30 de abril de 1921, cumplidos los 18 años y fue ordenado sacerdote a los 23, el 2 de mayo de 1926. Sus primeros destinos fueron Ávila y Granada, siempre dedicado al ministerio de las misiones populares, preferentemente en pueblos pequeños. En febrero de 1929 pasa a fundar la casa de Gijón (Asturias) y en 1935 es nombrado superior de la misma. En Gijón, además de las misiones se ocupan de la capellanía de las Hijas de la Caridad y la dirección espiritual de varios grupos de Hijas de María. Estas jóvenes del Patronato son las que visitaron al P. Amado en la prisión y reconocieron su cadáver en el depósito.
Después de prender al P. Avelino Gutiérrez se quedaron solos en la residencia el Superior, P. Amado García Sánchez y el Hermano Paulino Jiménez, que era bastante anciano. El 15 de agosto fue a decir misa a un colegio de Hijas de la Caridad de Gijón, alguien le vio y lo denunciaron, pero pudo salvarse del registro. Las Hijas de María le ofrecieron su casa y estuvo refugiado algunos días, pero había quedado solo el Hermano en la residencia y, como superior, quiso acompañarle. Los prendieron a los dos el 18 o 19 de octubre, llevándolos presos a la Iglesia de los Jesuitas, junto a muchos sacerdotes y religiosos. En los pocos día de prisión confesó a muchos y alentó a los que salían para el martirio. El 24 de octubre, víspera de Cristo Rey, de madrugada, le tocó el turno al P. Amado García, se despidió hasta el cielo del Hermano a quien no mataron por anciano y salió en la comitiva para ser fusilado en el cementerio de Ceares de Gijón. Una Hermana joven y las Hijas de María encontraron el cadáver del P. Amado y consiguieron llevarse la toalla que tenía en el cuello, empapada en su sangre. Esta toalla se conserva en el museo de mártires de Madrid, aunque le faltan algunos trozos que se repartieron como reliquias las propias jóvenes. Recuperada la paz, se pudo reconocer el cadáver y enterrarlo con dignidad en un nicho de los PP. Paúles de Gijón.


por Sor Josefina Salvo HdlC